Cuando llega el momento de cambiar de coche, surge la pregunta: ¿comprar o alquilar el nuevo coche? Hay tres opciones: LOA, LLD y préstamo de coche. ¿Qué tipo de financiación se adapta mejor a sus necesidades y a su presupuesto? Le ayudamos a sopesar los pros y los contras de la compra y el alquiler de su próximo coche nuevo o usado.
Leasing de coches: la LOA
Financiación flexible y segura, el leasing es la solución más popular en el mercado del automóvil. Te permite conducir un vehículo nuevo o de segunda mano durante un periodo de 2 a 5 años, a cambio de unas cuotas mensuales fijas. La diferencia con el leasing clásico es que el coche alquilado se puede devolver o comprar al final del contrato. Para ello, se determina un valor residual al principio y se mantiene estable hasta el final del periodo de arrendamiento. La gran ventaja de la LOA es que el conductor puede elegir hasta el final del contrato del coche:
● Si desean cambiar de coche regularmente, lo devuelven a la organización de financiación para iniciar un nuevo coche de leasing si lo desean. Esta opción le garantiza que conduce un vehículo moderno y bien mantenido;
● Si decide quedarse con el coche, paga el valor de recompra y se convierte en propietario. Luego puede seguir utilizándolo o ponerlo a la venta. Al final del arrendamiento, el vehículo está en buen estado y el kilometraje suele ser bajo.
Leasing de coches: sin sorpresas desagradables
El leasing de coches también es ideal para los conductores que quieren financiar su coche sin sorpresas desagradables. Como las garantías adicionales pueden incluirse en el precio del leasing, no hay costes adicionales por averías, mantenimiento y sustitución de piezas. Esto significa que los pagos mensuales no fluctúan durante todo el periodo de alquiler. El contrato personalizable también le permite adaptar el importe del alquiler a sus necesidades: duración, kilometraje, garantía, etc. Cabe señalar que no es necesario realizar un pago inicial, que puede corresponder al 15% del precio del coche. Tenga cuidado al elegir un profesional de la automoción que dé al conductor la posibilidad de elegir, ya que no todos la ofrecen. El leasing es, por tanto, la forma ideal de controlar su presupuesto, lo que atrae tanto a particulares como a profesionales.
Coches de alquiler: leasing a largo plazo
A diferencia del leasing, el alquiler a largo plazo (LLD) no permite comprar el vehículo al final del contrato. Este tipo de financiación de coches le permite alquilar un coche nuevo o usado durante un periodo de 2 a 4 años. La empresa de leasing lo retira y puede ofrecerle uno nuevo. Con esta solución de coche, tiene que estar seguro de que quiere cambiar de coche después del periodo de arrendamiento. Sin embargo, al igual que el leasing, el contrato de arrendamiento financiero le permite contratar servicios adicionales de mantenimiento y reparación durante el mismo. A menudo estas garantías se incluyen automáticamente.
Comprar un coche: préstamo de coche
Si quiere invertir en un coche, ya sea nuevo o de segunda mano, también puede comprarlo al contado o pedirlo a un banco mediante un préstamo. A diferencia del leasing, usted se convierte automáticamente en propietario del vehículo. El préstamo le compromete a devolverlo en varios años, por lo que debe elaborar un expediente para comprobar que dispone de los ingresos adecuados. Tiene la ventaja de poder vender el coche cuando quiera, pero todos los gastos de mantenimiento y reparación corren a su cargo. También debe conocer el tipo de interés fijo o variable que cobra la entidad de financiación. Debe saber que también pueden pedirle un depósito y un aval, según el estado de sus cuentas.